LA PISCINA

Estaba sola en el agua. No veía nada.

Cada vez que parpadeaba veía burbujas a mi alrededor.

De repente, en un segundo inesperado, mi cuerpo flotaba inmóvil.

Volví en sí y bajé buceando hasta el fondo de la piscina.

Veía como el reflejo del sol atravesaba las dulces y tranquilas aguas. Era como estar en un mundo paralelo, sin nadie y sin nada; sin adultos que te molesten, completamente sola.

Ya no podía más así que volví a la superficie y ahí estaban todos tan intranquilos como siempre. 

Yo seguía nadando como un pez o una sirena. ¡Era precioso!

Lo que más me gusta de la piscina es el agua resbalando por mi piel, la presión impidiéndome patalear, la fuerza elevándome hacía arriba, el agua acariciando mi piel y cada vez que voy nadando toco con mis suaves manos la superficie del agua.

AUTORA: Ana Belén :)

Créditos de la imagen: http://mariavalgo.files.wordpress.com/2012/12/dsc_0529.jpg

http://mariavalgo.wordpress.com/contacto-4/