LA CASA EMBRUJADA

Aquí podéis leer un estupendo relato de miedo con motivo de "halloween" creado y escrito por Alina y Adrián, tomado de su blog y corregido:

Créditos de la imagen

- Jaime, ya te he dicho que no me parece una buena idea.
- Me da igual lo que  digas,  igualmente eres una niña.
- Si, y tu un niño. ¿Algún problema?
- Pues que tu no me mandas ¿Lo entiendes niña estúpida?
- Esta te la guardo Jaime, esta te la guardo...

Tal como había dicho Jaime, el jefe del grupo, estaban todos allí, delante de la casa, sin saber si entrar o no.
- ¡Venga chicos! O es que tenéis miedo como la tonta de mi hermana.
- Bueno, tampoco te metas con ella...
- ¡Cállate Miguel!
-...
- !Bueno vamos! Entremos.
- Vale, pero ponte tu delante.
- Pues vale, ya ves tu que miedo...
Los chicos entraron decididos a ganarse una buena reputación. Ya se imaginaban sus nombres en los periódicos "CUATRO CHICOS ENTRAN EN LA CASA MAS EMBRUJADA DE LONDRES"

Todos suspiraron complacidos ante una imaginación así y siguieron adelante más enderezados todavía.
Lo que antes eran unas niños miedosos se convirtieron en unos valientes hombres.
Pero eso cambio de repente. 
- AAAAAHHH!
- ¿¿¿Qué pasa Jaime ???
- Nada, nada tío,  sigamos
- Si tu lo dices...
- Vale, vale, lo  que pasa es que me habré rasgado con algo, es que me he cortado y siento como me sangra la pierna.
- Bueno y estás bien? Porque si no, no seguimos.  No es que nos de miedo ¿eh?, solo que nos preocupamos por ti.
- Si
- Es verdad..
- No digáis tonterías.  Estoy bien
- Mirad lo siento, pero no voy a seguir, Jaime ya puedes ir olvidándote de que existo, tu no me mandas a mi ¿ok?
- Vale vete miedica
- Me estoy yendo
- VALE!!
Y así se quedaron los tres solos. Siguieron andando un buen rato y de repente...
- Chicos creo que nos hemos perdido
- Uf ¿es que no podéis parar de decir estupideces?
-¿Y tú no puedes dejar de insultar tanto? Me pones nervioso.
- OOOOh! ¡EL NIÑATO TIENE MIEDO!
- Aaaaaaaaaaaahhhh
Los dos apuntaron a la cara de Miguel con sus linternas y vieron algo que seguramente no hubiesen querido ver. Miguel tenia la cara rajada de un extremo otro.
- Chi-chicos ¿que pasa? me duele mucho- los dos se quedaron atónitos así que no le pudieron responder. Miguel sacó su llavero y se miró en el reflejo.
Pegó un grito sordo y salió corriendo.

Solo quedaban dos...

Jaime aun estaba petrificado por la raja que tenía Miguel en la cara y pensaba en la increíble cicatriz que le iba a dejar.
- Qué , ¿quieres parar y darnos media vuelta o quieres ver lo que  nos pasa a continuación?
- Tengo curiosidad-dijo Jaime en tono burlón.
- Bueno, el rey ha hablado -dijo Marcos sin ningún tipo de miedo, y siguió adelante.
Jame no podía creer lo que había oído, él creía que se echaría atrás, que tendría tanto miedo como los otros pero no era así, Marcos avanzaba con paso firme por el suelo de madera chirriante que a Jaime le causaba verdaderos escalofríos, pero no , no podía ser, era él el que debería ser el valiente, no Marcos. De hecho Jaime sabía desde el principio que quería robarle protagonismo, lo que no sabia era cuando, pero ahora lo acababa de averiguar.
Jaime decidió que iba a luchar por su puesto y para que no parezca que él era menos que Marcos. Corrió tras él.
- Uf esta casa si que es grande .
- Si...Demasiado grande. Anda saca el mapa.
- Yo hago lo que quiero... y ahora quiero sacar el mapa.
- ¡Ya claro! Lo que quieres...
- ¡Oh, no! Lo que me temía, estábamos andando en círculos.
De repente se oyó un gran estruendo, los dos apuntaron con sus linternas hacia la pareda la pared.
Lo que vieron fue que en el gran muro estaban grabadas las siguientes palabras: 
"¡POR FIN! ESTABA HARTO DE ESPERAR"
Se dieron cuenta de que no era una coincidencia, pues un segundo después salieron como de la nada dos estacas.
Una se le clavo a Jaime en el hombro y empezó a correr y a gritar como un poseído.
Mientras que a Marcos no se le había clavado nada pues lo esquivo a tiempo.Estaba harto de todo aquello y gritó tan alto como pudo:
- "¿QUIEN ERES? QUE QUIERES DE NOSOTROS?"

Una voz sepulcral, al contrario de todo lo que pensaba Jaime, le contestó:
- "No, he sido yo el que ha entrado en la casa que no debía"
- Maldita sea, tenía que hacer caso a mi hermana- Dijo Jaime con verdadero arrepentimiento.
- Si, así es ¡JA JA JA JA JA! -Dijo aquella voz como de muerto.
Jaime cogió el móvil, llamó a su madre y, al contrario de todas sus expectativas, funcionó.
- Ho-hola mamá.
- Cariño ¿que tal? ¿has cogido muchos caramelos con tus amigos?
- Mamá escucha me por favor ¿sabes dónde esta esa casa maldita?
- Si cariño ¿que pasa?
- ¡Por favor llama a los bomberos, a la poli, a todo lo que tu sepas por favor rápido! ¡Tenemos mucho miedo, por favor ven.
- Si claro cariño tranquilo...
 Ahora solo quedaba esperar.
 Eso era un infierno.Hasta que por fin.
- ¿Chicos estáis aquí?
- ¿Qui-quien es?
- Soy un bombero, venid aquí.
Ellos corrieron a sus enormes y robustos brazos. Cargaba con ellos como si de dos motas de polvo se tratara.
Cuando estaban punto de salir oyeron algo, pero al parecer solo lo habían oído ellos porque el bombero no se había inmutado. Lo que oyeron fue: 
¡Esta vez habéis escapado niñatos!

Besos y abrazos fue todo lo que hubo en cinco minutos. Después se fueron a su casa.
Jaime se metió en su habitación un tanto traumatizado. Después de unos minutos de reflexión salió a pasillo y empezó a gritar: 
-¡¡MARY!! ¿Has sido tú, verdad?
- Te dije que te la guardaba
- Pero como puedes ser tan ruin
- ¿Que pasa? Tu me has hecho cosas peores.
-¿Pero tú a que te refieres?
- Pues a las lombrices que he soltado en tu habitación
Jaime se quedó de piedra.
-¿Y nada más?
-¿Ya te estás haciendo el chulito?
-¡Que no!
Y desde entonces Jame vive con miedo, esperando la venganza del fantasma.

                                                  FIN

ESCRITO POR: ALINA Y ADRIÁN :)