Ana Belén entrando en la meta
Era
el día 28 de Noviembre del 2013. Por la mañana cuando me desperté
eran las 8:20 porque mi madre se quedó dormida, pero no me importaba
porque, como todas las mañanas cuando me despierto, salto de la cama
y me visto; en cambio mi hermana tarda "un mogollón"
Cuando
me fui al baño a lavarme la cara vi en mí desesperación y
preocupación y me fui corriendo a la cocina. Mi madre ya había
servido el desayuno y yo le ayudé a poner la mesa, como siempre.
Me
senté en la mesa y empecé a desayunar. Mi madre puso las noticias.
Ya
eran las 8:40, quité mi taza de la mesa y fui a lavarme los dientes.
Mi
madre dijo:
- ¡Ana Belén, Adriana, son y cincuenta!
- ¡Ya voy!- contesté yo
Me
peiné, me puse los zapatos, cogí la mochila, abrí la puerta,
esperé a mi hermana y nos fuimos.
Cuando
llegamos al colegio era tarde.
Dejé el abrigo en la percha. Sentía algo en la tripa
Dejé el abrigo en la percha. Sentía algo en la tripa
Me
dirigí, nada más entrar en clase, hacia mi amigo desde que estábamos en infantil de tres años
que se llama Julián y le dije:
- Julián ¿no estás nervioso?
Y,
aunque él lo negaba, yo sabía que sí, que estaba desesperado.
Yo
le seguí el rollo. Pero entonces entró el profesor Manuel y empezó
a decir:
- Lo siento pero Roberto y Vlad no pueden ir al cross sin el chándal.
Todos sabíamos que debíamos traer el chandal y sentímos mucha pena lo que no podrían correr.
Vino
Virginia, la jefa de estudios, nos avisó de que en unos minutos
salíamos y así fue.
También
venía Isabel, la profesora de Educación Física, pero lo malo fue
que tuvimos que ir andando hasta el parque de las cruces. Vimos un
perro, urracas y, lo más emocionante: cotorras argentinas.
Cuando
vi las gradas se me hizo un nudo en la garganta y miles de mariposas
revoloteaban en
mi
tripa. Había muchos “coles”: Antonio Machado, Perú, Colombia…
Era
alucinante pero fue más “guay” cuando vi a mis amigos desde hace
cinco o seis años. Me puse un poco triste pero pensé en mi cabeza
“bueno, lo pasado, pasado está”.
Pero
ahí fue cuando un señor dijo:
-
Las niñas de quinto que bajen de las gradas, va a empezar su
carrera...
Y
ahí me dolió todo, me puse la primera y dispararon con algo y esa
era la señal de la salida...
Me
empecé a emocionar, pero a la vez estaba preocupada. Menos mal que
estaba con algunas compañeras como Alina, Carol, Ángeles o Paola y
así me recuperé, pero además estuve como si un rayo me hubiese
dado energía.
Salí
corriendo cuando dispararon, había muchas niñas, pero nadie podía
hacerme perder.
Había
niñas que daban codazos, patadas…
Pero
reaccioné y les dije:
-¡Niña,
para ya o te meto una patada que te quedas flipando!
La
niña paró de darme y yo me sentí un poco mal, eran muchas niñas
pero me puse en posición, paré un poco para recuperarme y luego
corrí. Ya vi la meta, estaba nerviosa.
¡Ahí
estaba la preciosa y maravillosa meta!
Eche
el esprint final porque la profesora de educación física me lo
dijo. Me adelantaron dos niñas pero lo bueno es que quede…
¡TERCERA
DE TODA LA CARRERA Y PRIMERA DEL COLEGIO!
¡SIIIIIIIII!.
Ese
fue el mejor día de mi vida.
Ana
Belén